Si enumeráramos en el padrón de exportadores a todos aquellos empresarios nacionales que aseguran son exportadores y sus conocimientos y acciones consisten en embarcar productos de valor agregado a una frontera usualmente la del norte, para que los compradores o intermediarios sean los responsables de introducir las mercancías al mercado americano. El resultado sería que el padrón mexicano de exportadores crecería sustancialmente.
Normalmente el producto nacional que su costo en frontera es uno en el mercado americano se vende al público aproximadamente en tres.
La diferencia es sustancial desafortunadamente esta se queda en EEUU y se divide entre el importador y el que vende al público que es quién se queda con la mayor parte, en la mayoría de ocasiones es el mismo.
“El mundo se enriquece con productos mexicanos, excepto los mexicanos”
Alberto Romo-Chávez
En que radica este fenómeno sobre todo que día a día crece sustancialmente y es entendible ya que contamos con mercancías atractivas, variedad de perecederos y un mercado suficiente al que solamente le hemos podido dar una pequeñísima mordida.
Existen cientos de productos exportables que los fabricantes desconocen, otros que con pequeñas adecuaciones se convertirían en exportables y una enorme fuente de recursos naturales así como una importante diversificación de habilidades.
Temas que se han tratado por décadas sin aparente solución por consiguiente, las exportaciones de productos con valor agregado continúan con crecimientos raquíticos.
Nuestra falta de cultura en comercio exterior evita que los empresarios mexicanos accedan a ese enorme mercado en forma directa, en beneficio de los obreros y se reciba en el País mayores ingresos.
Sin apoyos prácticos y permanentes de parte del gobierno impiden en gran medida el crecimiento constante de las exportaciones de dichos productos.
En mi siguiente articulo las soluciones a este añejo problema.